Por: Esaú González, Domingo, 05 de Abril de 2009
En la tierra del padre Hidalgo usted podrá visitar un singular lugar el Museo de las Botellas, único en su tipo. Alberga más de 3 mil ejemplares, el museo está ubicado en Pénjamo y abierto al público todos los días sin ningún costo.
Pénjamo
En el museo hay tequilas, ron, anís, coñac, whisky, brandy, vodka, ron habanero, ginebra, sake, licor de café y hasta refrescos que eran parte de una de las compañías nacionales que promovió el ex presidente Luis Echeverría
En la ex hacienda de Corralejo se dibuja un mapa que abarca a muchas otras partes del mundo, pues aquí existen más de 3 mil botellas de colección que transitan sobre las tradiciones y costumbres a través del vino.
Este museo de las botellas es el único en su tipo en el mundo y está abierto al público todos los días de la semana, sin ningún costo.
Aquí hay tequilas, ron, anís, coñac, whisky, brandy, vodka, ron habanero, ginebra, sake, licor de café y hasta refrescos que formaban parte de una de las compañías nacionales que promovió el ex presidente Luis Echeverría Álvarez, con un proyecto que duró tan sólo ocho días.
Leonardo Rodríguez Moreno, un hombre originario del Distrito Federal, pero con ascendencia española, relató que desde muy pequeño comenzó con esta afición de coleccionar botellas de licor, pues sus papás se dedicaban a la industria de la coctelería,.
Recuerda que cuando estuvo en España, él fabricó el primer licor de bellota, con el que comenzó su proyecto de vida relacionado con las bebidas espirituosas.
Ahora, posteriormente a la creación del conocido tequila Corralejo en la ex hacienda del mismo nombre (ubicada en el espacio en el que nació el padre de la patria, Miguel Hidalgo), su colección ha ido creciendo hasta llegar a miles de botellas provenientes de todo el mundo.
Sin embargo, en este museo usted no sólo podrá conocer una gran diversidad de botellas, también podrá ver una colección de relojes de pared, de billetes antiguos, jaulas, máquinas de coser, artículos de la época de la Revolución, y una parte, sin duda muy importante, son la que conforman documentos originales de Francisco I. Madero y fotografías de los personajes que vivieron en este emblemático lugar.
Con una sonrisa en la boca don Leonardo, como lo conocen en la región, nos dijo que jamás dejaría que alguien probara el vino de una de sus botellas de colección, pues son únicas porque la mayoría dejaron de ser fabricadas y mantienen la historia de un país.
Por espacio de 13 años este original museo ha traído turismo a Pénjamo. Cada botella nos cuenta una historia particular, ya que cada una ha hecho un largo viaje, en distancia y tiempo hasta llegar a Corralejo.
Además de las botellas extranjeras, el museo, también se nutre con marcas nacionales ya desaparecidas o en pleno desarrollo de transformación.
Entre los rincones de estas salas protegidas, se pueden apreciar raras botellas como la de dos cuellos con licor y brandy a la vez; la de 4 cuellos; los vinos españoles de los monjes, cuya figura es la de un monje con habito en color café.
HISTORIA DE LA HACIENDA
Fue construida por don Pedro Sánchez Tagle en 1775. Comprendía una gran extensión, pues poseía 42 sitios grandes y 26 pequeños, ahora cascos de hacienda.
Hoy en día, el lugar es considerado atinadamente histórico debido a que aquí nació el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla.
El primer propietario, también conocido como el Caballero de la Orden de Calatrava, capitán de los Reales Ejércitos de su majestad, fundó la priEl vino de don Porfirio que es la edición nacional más antigua; o bien pueden apreciarse las cinco botellas llamadas "Vergüenza del tequila", debido a que se fabricaban en España.
También hay botellas con objetos adentro, como una botella que guarda una pera que tuvo que ser madurada en el interior y posteriormente se metió el licor o un aguardiente, proveniente de China, con un lagarto flotando utilizado supuestamente como un remedio para el reumatismo.
"Tengo Bacardí hecho en Santiago de Cuba; ahí tienes todas las Bobadillas, toda la historia de Etiqueta Negra, la historia de Santo Tomas; del Viejo Vergel, del Madero 50, madero 3X, Madero 5X; la historia de Richardson, el vino de la raza de Domecq; el Casa Blanca que es de Tijuana y todas las clases de tequila que ha tenido México", dijo el penjamense.
Énfasis
Cómo llegar a Corra- lejo... La ex hacienda se ubica en La Estación de Corralejo en de Pénjamo. Para llegar hay que tomar la carretera federal 90 que va de Irapuato a La Piedad o en caso contrario de La Piedad o Guadalajara a Pénjamo. En esta carretera existe una vidriera que forma parte de la tequilera, pero el museo está en la hacienda, a dos kilómetros de este camino, tomando un acceso que se localiza frente al monumento a Miguel Hidalgo.
En uno de los pasillos las fotografías de revolucionarios viajando en tren, a caballo o en camionetas de la época, hacen pensar en la majestuosidad que tuvo esta hacienda, donde aún se conserva una tienda con productos que se vendían a los colonos, como velas de cebo, mosco para los pájaros, entre otros.
Una leyenda
Antes de que se convirtiera en una tequilera, este lugar estuvo invadido por saqueadores, que hacían hoyos en los pisos y paredes con la esperanza de encontrar tesoros escondidos durante las revueltas revolucionarias.
Durante la remodelación fue hallado un muro falso o con doble fondo pero sin tesoro. Éste permanece abierto como parte de los atractivos que ofrece el lugar.
En la tierra del padre Hidalgo usted podrá visitar un singular lugar el Museo de las Botellas, único en su tipo. Alberga más de 3 mil ejemplares, el museo está ubicado en Pénjamo y abierto al público todos los días sin ningún costo.
Pénjamo
En el museo hay tequilas, ron, anís, coñac, whisky, brandy, vodka, ron habanero, ginebra, sake, licor de café y hasta refrescos que eran parte de una de las compañías nacionales que promovió el ex presidente Luis Echeverría
En la ex hacienda de Corralejo se dibuja un mapa que abarca a muchas otras partes del mundo, pues aquí existen más de 3 mil botellas de colección que transitan sobre las tradiciones y costumbres a través del vino.
Este museo de las botellas es el único en su tipo en el mundo y está abierto al público todos los días de la semana, sin ningún costo.
Aquí hay tequilas, ron, anís, coñac, whisky, brandy, vodka, ron habanero, ginebra, sake, licor de café y hasta refrescos que formaban parte de una de las compañías nacionales que promovió el ex presidente Luis Echeverría Álvarez, con un proyecto que duró tan sólo ocho días.
Leonardo Rodríguez Moreno, un hombre originario del Distrito Federal, pero con ascendencia española, relató que desde muy pequeño comenzó con esta afición de coleccionar botellas de licor, pues sus papás se dedicaban a la industria de la coctelería,.
Recuerda que cuando estuvo en España, él fabricó el primer licor de bellota, con el que comenzó su proyecto de vida relacionado con las bebidas espirituosas.
Ahora, posteriormente a la creación del conocido tequila Corralejo en la ex hacienda del mismo nombre (ubicada en el espacio en el que nació el padre de la patria, Miguel Hidalgo), su colección ha ido creciendo hasta llegar a miles de botellas provenientes de todo el mundo.
Sin embargo, en este museo usted no sólo podrá conocer una gran diversidad de botellas, también podrá ver una colección de relojes de pared, de billetes antiguos, jaulas, máquinas de coser, artículos de la época de la Revolución, y una parte, sin duda muy importante, son la que conforman documentos originales de Francisco I. Madero y fotografías de los personajes que vivieron en este emblemático lugar.
Con una sonrisa en la boca don Leonardo, como lo conocen en la región, nos dijo que jamás dejaría que alguien probara el vino de una de sus botellas de colección, pues son únicas porque la mayoría dejaron de ser fabricadas y mantienen la historia de un país.
Por espacio de 13 años este original museo ha traído turismo a Pénjamo. Cada botella nos cuenta una historia particular, ya que cada una ha hecho un largo viaje, en distancia y tiempo hasta llegar a Corralejo.
Además de las botellas extranjeras, el museo, también se nutre con marcas nacionales ya desaparecidas o en pleno desarrollo de transformación.
Entre los rincones de estas salas protegidas, se pueden apreciar raras botellas como la de dos cuellos con licor y brandy a la vez; la de 4 cuellos; los vinos españoles de los monjes, cuya figura es la de un monje con habito en color café.
HISTORIA DE LA HACIENDA
Fue construida por don Pedro Sánchez Tagle en 1775. Comprendía una gran extensión, pues poseía 42 sitios grandes y 26 pequeños, ahora cascos de hacienda.
Hoy en día, el lugar es considerado atinadamente histórico debido a que aquí nació el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla.
El primer propietario, también conocido como el Caballero de la Orden de Calatrava, capitán de los Reales Ejércitos de su majestad, fundó la priEl vino de don Porfirio que es la edición nacional más antigua; o bien pueden apreciarse las cinco botellas llamadas "Vergüenza del tequila", debido a que se fabricaban en España.
También hay botellas con objetos adentro, como una botella que guarda una pera que tuvo que ser madurada en el interior y posteriormente se metió el licor o un aguardiente, proveniente de China, con un lagarto flotando utilizado supuestamente como un remedio para el reumatismo.
"Tengo Bacardí hecho en Santiago de Cuba; ahí tienes todas las Bobadillas, toda la historia de Etiqueta Negra, la historia de Santo Tomas; del Viejo Vergel, del Madero 50, madero 3X, Madero 5X; la historia de Richardson, el vino de la raza de Domecq; el Casa Blanca que es de Tijuana y todas las clases de tequila que ha tenido México", dijo el penjamense.
Énfasis
Cómo llegar a Corra- lejo... La ex hacienda se ubica en La Estación de Corralejo en de Pénjamo. Para llegar hay que tomar la carretera federal 90 que va de Irapuato a La Piedad o en caso contrario de La Piedad o Guadalajara a Pénjamo. En esta carretera existe una vidriera que forma parte de la tequilera, pero el museo está en la hacienda, a dos kilómetros de este camino, tomando un acceso que se localiza frente al monumento a Miguel Hidalgo.
En uno de los pasillos las fotografías de revolucionarios viajando en tren, a caballo o en camionetas de la época, hacen pensar en la majestuosidad que tuvo esta hacienda, donde aún se conserva una tienda con productos que se vendían a los colonos, como velas de cebo, mosco para los pájaros, entre otros.
Una leyenda
Antes de que se convirtiera en una tequilera, este lugar estuvo invadido por saqueadores, que hacían hoyos en los pisos y paredes con la esperanza de encontrar tesoros escondidos durante las revueltas revolucionarias.
Durante la remodelación fue hallado un muro falso o con doble fondo pero sin tesoro. Éste permanece abierto como parte de los atractivos que ofrece el lugar.
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