Por: SUN/Juan José Rodríguez, Domingo, 13 de Enero de 2008
A diferencia de países latinoamericanos como Argentina, donde muchos pueblos pequeños no superan los 70 años de haber sido fundados e iglesias de no más de dos décadas, México cuenta con una riqueza turística con olor a antiguo, a tiempo, a historia
OAXACA, Oax.
Estamos acostumbrados a detenernos en un pueblo que apenas figura en el mapa y encontrar un convento del siglo XVI con un retablo barroco digno de fotografiar, deliciosa comida típica y vestimentas muy características de los pobladores de la región.
Pero en particular, si hay un estado representativo de esa situación mexicana, es sin duda Oaxaca.
RICOS POBLADOS
Los nombres de Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Tepozcolula no son conocidos por el grueso del público afecto a viajar. Pero recientemente se ha echado a andar un proyecto para impulsar la actividad turística pues las tres poblaciones —y otras circunvecinas— cuentan con tesoros dignos de ser compartidos con todo México.
LOS DOMINICOS
La orden dominica llegó a nuestro país para hacer la conquista espiritual a la par que los soldados sometían físicamente a los indígenas. Tomaron posesión del territorio sur del país, y así, la mano de obra nativa levantó bajo sus órdenes conventos en lo que hoy es Puebla, Morelos y Oaxaca.
La Capilla del Rosario en la capital poblana o el oaxaqueño Centro Cultural Santo Domingo son muestras de la riqueza arquitectónica que nos dejó ese período histórico.
YANHUITLÁN
La construcción del templo se inició en 1541 por Fray Domingo de la Cruz, al mismo tiempo que se construía el de Tepozcolula.
El templo presenta una fachada con elementos arquitectónicos renacentistas y decoración plateresca. En su interior se encuentran esculturas y pinturas al óleo. Entre estas últimas se encuentran las que representan a Cristo Crucificado, la Adoración de los Reyes y la Ascensión del Señor.
Actualmente el exconvento funciona como museo, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Para llegar a la población de Yanhuitlán primero toma la Supercarretera hasta Asunción Nochixtlán, ahí debes tomar la carretera federal 190 desde la capital oaxaqueña son 93 kilómetros que se recorren en una hora y 15 minutos.
COIXTLAHUACA
En el siglo XV Coixtlahuaca tenía un rico mercado al que asistían pueblos aledaños, los mixtecos popolocas que habitaban parte de lo que ahora es Puebla, e incluso gente de Huejotzingo, Tlaxcala.
En 1462 fue conquistada por los aztecas, quienes le dieron el nombre actual, que significa “llano de culebras”.
En 1545, el fraile Francisco Marín construyó la capilla abierta con un arco central y cuatro laterales, sacristía y sitio para el coro, aunque lamentablemente ya no existe la bóveda.
Las capillas abiertas eran sitios donde los indígenas escuchaban la misa, pues tenían la obligación de asistir, pero tenían prohibido acceder al interior de la iglesia.
El templo tuvo dos torres de las que solamente queda una, en el friso delineado por cornisas aparece la fecha de 1576, que pudo haber sido el año de la conclusión.
Se ubica al noroeste de la ciudad de Oaxaca a 113 kilómetros por la Supercarretera 135-D con destino a la Ciudad de México.
TEPOZCOLULA
La fundación del convento tuvo lugar en 1538, año en que fue aceptado, junto con Yanhuitlán, como establecimiento permanente para la orden Dominica, en la región de la Mixteca.
En 1598, los residentes españoles solicitaron a la corona que se diera a Tepozcolula el nombramiento o título de “villa”, petición que nunca fue aceptada.
El conjunto está integrado por la capilla abierta, el templo y el claustro. Andrés de la Concha y Simón Pereyns, famosos pintores del siglo XVI, participaron en la decoración de los interiores.
Su festejo principal es La Fiesta del Señor de las Vidrieras que se celebra el primer viernes de cuaresma y se prolonga por ocho días. Hay paseo de antorchas, quema de fuegos artificiales, coronación de reina y desfile de carros alegóricos.
Existen diferencias en la restauración de los conventos, pues hay opiniones divididas respecto al rigor histórico. Intervienen en ella algunas fundaciones privadas, los pobladores de los pueblos, el INAH y el gobierno del estado.
Se construyen servicios turísticos como paradores, restaurantes y tiendas con material bibliográfico sobre los edificios a visitar. Estos serán atendidos por los pobladores locales
Así mismo, el programa de apoyo turístico intenta paliar la economía de los poblados, usuales expulsores de migrantes a los Estados Unidos.
A diferencia de países latinoamericanos como Argentina, donde muchos pueblos pequeños no superan los 70 años de haber sido fundados e iglesias de no más de dos décadas, México cuenta con una riqueza turística con olor a antiguo, a tiempo, a historia
OAXACA, Oax.
Estamos acostumbrados a detenernos en un pueblo que apenas figura en el mapa y encontrar un convento del siglo XVI con un retablo barroco digno de fotografiar, deliciosa comida típica y vestimentas muy características de los pobladores de la región.
Pero en particular, si hay un estado representativo de esa situación mexicana, es sin duda Oaxaca.
RICOS POBLADOS
Los nombres de Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Tepozcolula no son conocidos por el grueso del público afecto a viajar. Pero recientemente se ha echado a andar un proyecto para impulsar la actividad turística pues las tres poblaciones —y otras circunvecinas— cuentan con tesoros dignos de ser compartidos con todo México.
LOS DOMINICOS
La orden dominica llegó a nuestro país para hacer la conquista espiritual a la par que los soldados sometían físicamente a los indígenas. Tomaron posesión del territorio sur del país, y así, la mano de obra nativa levantó bajo sus órdenes conventos en lo que hoy es Puebla, Morelos y Oaxaca.
La Capilla del Rosario en la capital poblana o el oaxaqueño Centro Cultural Santo Domingo son muestras de la riqueza arquitectónica que nos dejó ese período histórico.
YANHUITLÁN
La construcción del templo se inició en 1541 por Fray Domingo de la Cruz, al mismo tiempo que se construía el de Tepozcolula.
El templo presenta una fachada con elementos arquitectónicos renacentistas y decoración plateresca. En su interior se encuentran esculturas y pinturas al óleo. Entre estas últimas se encuentran las que representan a Cristo Crucificado, la Adoración de los Reyes y la Ascensión del Señor.
Actualmente el exconvento funciona como museo, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Para llegar a la población de Yanhuitlán primero toma la Supercarretera hasta Asunción Nochixtlán, ahí debes tomar la carretera federal 190 desde la capital oaxaqueña son 93 kilómetros que se recorren en una hora y 15 minutos.
COIXTLAHUACA
En el siglo XV Coixtlahuaca tenía un rico mercado al que asistían pueblos aledaños, los mixtecos popolocas que habitaban parte de lo que ahora es Puebla, e incluso gente de Huejotzingo, Tlaxcala.
En 1462 fue conquistada por los aztecas, quienes le dieron el nombre actual, que significa “llano de culebras”.
En 1545, el fraile Francisco Marín construyó la capilla abierta con un arco central y cuatro laterales, sacristía y sitio para el coro, aunque lamentablemente ya no existe la bóveda.
Las capillas abiertas eran sitios donde los indígenas escuchaban la misa, pues tenían la obligación de asistir, pero tenían prohibido acceder al interior de la iglesia.
El templo tuvo dos torres de las que solamente queda una, en el friso delineado por cornisas aparece la fecha de 1576, que pudo haber sido el año de la conclusión.
Se ubica al noroeste de la ciudad de Oaxaca a 113 kilómetros por la Supercarretera 135-D con destino a la Ciudad de México.
TEPOZCOLULA
La fundación del convento tuvo lugar en 1538, año en que fue aceptado, junto con Yanhuitlán, como establecimiento permanente para la orden Dominica, en la región de la Mixteca.
En 1598, los residentes españoles solicitaron a la corona que se diera a Tepozcolula el nombramiento o título de “villa”, petición que nunca fue aceptada.
El conjunto está integrado por la capilla abierta, el templo y el claustro. Andrés de la Concha y Simón Pereyns, famosos pintores del siglo XVI, participaron en la decoración de los interiores.
Su festejo principal es La Fiesta del Señor de las Vidrieras que se celebra el primer viernes de cuaresma y se prolonga por ocho días. Hay paseo de antorchas, quema de fuegos artificiales, coronación de reina y desfile de carros alegóricos.
Existen diferencias en la restauración de los conventos, pues hay opiniones divididas respecto al rigor histórico. Intervienen en ella algunas fundaciones privadas, los pobladores de los pueblos, el INAH y el gobierno del estado.
Se construyen servicios turísticos como paradores, restaurantes y tiendas con material bibliográfico sobre los edificios a visitar. Estos serán atendidos por los pobladores locales
Así mismo, el programa de apoyo turístico intenta paliar la economía de los poblados, usuales expulsores de migrantes a los Estados Unidos.
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