GUANAJUATO
Fotos: Manuel Bernal y Rogelio León
Con una tendencia innovadora para la degustación de la gastronomía mexicana el restaurante "El Velero del Cielo", recientemente inaugurado en la Ex Hacienda San Antonio No. 37 por su propietario Gorky González Ono, nace con un nuevo concepto vanguardista en la atención y el servicio que todo buen degustador podrá disfrutar en la capital del estado.
El pasado 4 de junio inició sus actividades, en El Velero del Cielo, el primer grupo Cata de Guanajuato. Sus integrantes se reunieron para compartir la experiencia de "los caldos de la vid", con una buena compañía y amena convivencia, la hospitalidad corrió a cargo de Gorky González Ono, propietario del lugar.
El reconocido sommelier Alfonso Sánchez Robles guió la primera cena maridaje en la que a través de 5 vinos y 5 platillos diferentes, los asistentes empezaron a conocer, aprender y a distinguir las características de un vino desde su aroma, colores a la vista y los sabores en el gusto y el acompañamiento o "maridaje" con los platillos. En esta ocasión los platillos fueron empanadas rellenas de flor de jamaica, ensalada, Salmón en salsa de Mizo, corte de arrachera laurean con huitlacoche, queso en pasta de hojaldre y de postre merengue con frutas de temporada.
El objetivo de este naciente grupo, es el mismo que guía a la organización mexicana de enófilos, difundir el arte del buen comer y el buen beber y dar a conocer la cultura del vino de mesa.Gorky González Ono trae de herencia el don de la hospitalidad y el gusto por la gastronomía mexicana y oriental. Desde niño sus padres, el reconocido ceramista guanajuatense, Gorky González y Toshisho Ono, de nacionalidad japonesa, le enseñaron el disfrute y el placer de la comida, que ya casado sigue compartiendo con su esposa Laura, con quien y "sin pretender convertirnos en profesionales tomamos, por mera afición y gusto por la cocina, cursos de gastronomía en Estados Unidos y México", nos comenta.
Pero la idea de "aventarnos a abrir un restaurante surgió cuando muchos de los clientes de mi padre, que visitaban el taller y la exhibición de la cerámica en el barrio de Pastita, pedían que les recomendáramos un buen sitio donde comer. En ese entonces –recuerda- no tenía idea de lo que era este negocio y abrimos primero ‘La Casona del Cielo’ en el corazón del barrio de Pastita".
Pero la pasión y el gusto por la cocina ha ido creciendo, expresa entusiasmado, y luego de esa primera incursión en el mundo de la gastronomía, ahora con "‘El Velero del Cielo’, esperamos ser punta de lanza para atraer más turistas a Guanajuato sirviendo buenos productos y ofreciendo una buena atención". El exclusivo restaurante fue llamado así por la simulación de un velero que es parte de la decoración y da una sensación de altura y del Cielo para que se relacione con el primer restaurante que Gorky tuvo en Guanajuato.
Gorky González OnoExpresa convencido que: "Es retomar un poco aquella idea, pero con un nuevo concepto, donde el comensal ya sea ejecutivo, turista o habitante de la ciudad, disfrute de una comida muy sana y balanceada en grasas, proteínas y vegetales, en un ambiente armonioso y agradable".
En el Velero del Cielo usted podrá degustar exquisiteces como tacos de flor de jamaica; o el salmón a los frutos del bosque, especialidad del lugar; fideo con salsa de huitlacoche; mejillones al vino blanco; filete de pescado al pasto con una cama de piña; lomo relleno de espinacas en ensalada de ciruelo; además de pastas y toda una gama de platillos que harán las delicias del más exigente paladar.
El diseño y la capacidad del lugar es excelente, El Velero del Cielo cuenta con estacionamiento para 40 automóviles; un área para niños; servicio de banquetes para 120 y una zona de loungue para 30 personas en la que dos noches al mes se ofrecerá un servicio de coctelería y próximamente música en vivo, como uno de los atractivos para las personas que gusten de la música de los ochentas, "queremos darle a nuestros clientes toda una experiencia de gozo en la visita al restaurante". El joven restaurantero añade que se cuenta con un área exclusiva de dos salas ejecutivas, una de 10 y otra para 15 personas, con aire acondicionado, proyectores, computadoras y video.
Asegura que: "Se puso mucho énfasis en los costos, una o dos veces por semana, sin cambiar la carta, habrá menús especiales como entradas, sopas y platos fuertes, además de que se cuenta con una cava de vinos que abarca todos los gustos y precios".
Y en ese tenor es que cada primer jueves del mes se ha empezado a reunir el Club de Catadores y los sommeliers que dan a conocer el maridaje de platillos y vinos.
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