Por: SUN/Juan José Rodríguez , Domingo, 11 de Mayo de 2008
Entre tequila y mariachis, pero también con, artesanías, literatos, tortas ahogadas, tejuino, músicos, lagos, montañas y arqueología, Jalisco y su capital tienen cientos de atractivos para invitarnos a pasar unas vacaciones
GUADALAJARA, Jal.
La capital de Jalisco está acostumbrada a exportar y recibir música, literatura, cine, gastronomía y visitantes. Hay desde tortas ahogadas y tejuino, hasta sofisticados restaurantes, pequeñas artesanías u obras maestras. Ahí, el visitante tiene un gran abanico de opciones para disfrutar.
Una muestra de los jarros que nos ofrecen los artesanos de Tlaquepaque.La capital jalisciense no puede pasar desapercibida, su fuerte personalidad en la que igual cabe la palabra tequila, que artesanía, historia, música o literatura.
También engloba ideas ya de sobra conocidos entre todos los mexicanos: futbol, ojos tapatíos y tejuino son parte de la imagen que viene de inmediato al traer a la memoria lo que podemos vivir en esta ciudad.
Para tener una primera visión de la ciudad, el Tapatío Tour es el equivalente a lo que en la capital del país es el Turibús, un autobús de dos pisos al estilo londinense que ofrece un recorrido por algunos de los principales atractivos de la ciudad, con una narración en audio disponible en seis idiomas
Y para revivir tiempos pasados que se resisten a dejarnos, nada mejor que un paseo en las típicas calandrias, carretas tiradas por caballos que le siguen dando ese toque pintoresco al centro histórico de esta capital.
ARTE EN TODA LA CIUDAD
El eco de la voz de Arreola y el pincel de Orozco se deja sentir aún en sus calles. En el Instituto Cultural Cabañas, magnífica edificación proyectada por Manuel Tolsá y concebida como hospicio, se presentan importantes exposiciones temporales, amén de la formidable pintura "El hombre de fuego" que en la cúpula del recinto pintara uno de los tres más reconocidos muralistas del siglo pasado: José Clemente Orozco.
En baile folclórico Jalisco es siempre uno de los estados más admirados, el revuelo de las faldas, la elegancia del traje de charro con botonadura de plata y el sonido de la tarima cuando las botas se mueven al son del mariachi, provoca en el espectador escalofríos de emoción. Una buena muestra se puede apreciar los domingos a las 10:00 horas en el soberbio escenario del teatro Degollado, en el centro de la ciudad.
El edificio situado en avenida Alcalde 225, albergó desde 1778 la primera imprenta de la región, aquí se imprimió el periódico El despertar americano, desde hace 14 años es sede del museo del periodismo y las artes gráficas.
GRANDES FIESTAS
Otros eventos que ya son ampliamente reconocidos son: las Fiestas de Octubre, el Festival Cultural de Mayo, que atrae eventos de alta escuela en diversas artes y el Encuentro Internacional del Mariachi, el cual se celebra en septiembre y reúne a músicos reconocidos en el género folclórico regional. Es usual que venga representantes de todo el país y algunas "curiosidades" como mariachis argentinos, croatas o japoneses.
Quizá los eventos más renombrados en el ámbito cultural son el Festival Internacional de Cine y la Feria Internacional del Libro (FIL), que convoca a finales de cada noviembre a miles de personas quienes además de poder escoger entre una gran variedad de libros, escuchan a famosos literatos de diversos países en conferencias magistrales.
CHAPALA, REFUGIO DE TURISTAS Y MIGRANTES
La ribera de este famoso lago —el más grande de México— ha atraído visitantes e inmigrantes desde hace cientos de años. Las primeras poblaciones datan del año 1100 D.C.
La abundancia de agua, la benevolencia de su clima y la cercanía con la ciudad de Guadalajara la han hecho un territorio turístico desde 1885, cuando se construyeron las primeras fincas veraniegas, a las que llegó el ferrocarril en la primera década del siglo XX.
Entre sus edificios históricos, está la casa del famoso arquitecto tapatío Luis Barragán, construida a principios del siglo XX y remodelada por él mismo en su juventud, el pequeño inmueble, apenas destaca hoy en la arquitectura del centro de la ciudad.
POR LA RIBERA
Hay un embarcadero donde puede uno contratar lancha para visitar la isla de Alacranes, lugar de culto para las culturas prehispánicas locales.
La parte más agradable está en un pueblo cercano: Ajijic, donde están los mejores hoteles de la región.
La sobreexplotación de los recursos acuáticos, la construcción desmesurada de represas y la contaminación han puesto en jaque la supervivencia del lago. Está en juego la viabilidad ecológica, turística y económica de la región.
En los pueblos cercanos hay balnearios como el de San Juan Cosalá, muy visitado por sus aguas termales.
Tobolandia también atrae a muchos visitantes, aunque sus efectos no son curativos, sino plenos de adrenalina, pues su nombre nos indica que está lleno de toboganes de distintos grados de altura y velocidad.
TLAQUEPAQUE ES CUNA DE ARTISTAS
"Pareces jarrito de Tlaquepaque" decían nuestras abuelas a quienes por cualquier comentario rompían en llanto, pues se identificaba con la cerámica de baja temperatura, muy frágil, que antaño se vendía aquí.
Hoy, este municipio conurbado de la capital jalisciense y nombrado Pueblo Mágico por Sectur, es notorio por las piezas artísticas de gran calidad que inundan sus galerías, quizá sigan siendo frágiles, pero sus precios distan mucho de los jarritos de barro.
La expansión de la mancha urbana de Guadalajara ha hecho que Tlaquepaque sea hoy casi un barrio periférico de la capital, pero no ha perdido el aire de pueblo.
La calle Independencia se conserva como peatonal, en ella hay galerías donde se pueden adquirir selectas piezas de artesanía mexicana.
En la misma calle está la Casa del Artesano, testimonio histórico de la vocación de pueblo. Ahí hay alfareros torneando sus piezas frente al público. Los niños incluso tienen la oportunidad de probar la sensación del barro al ir girando entre sus manos. Toda una experiencia sensorial que promueve la sensibilización.
Entre tequila y mariachis, pero también con, artesanías, literatos, tortas ahogadas, tejuino, músicos, lagos, montañas y arqueología, Jalisco y su capital tienen cientos de atractivos para invitarnos a pasar unas vacaciones
GUADALAJARA, Jal.
La capital de Jalisco está acostumbrada a exportar y recibir música, literatura, cine, gastronomía y visitantes. Hay desde tortas ahogadas y tejuino, hasta sofisticados restaurantes, pequeñas artesanías u obras maestras. Ahí, el visitante tiene un gran abanico de opciones para disfrutar.
Una muestra de los jarros que nos ofrecen los artesanos de Tlaquepaque.La capital jalisciense no puede pasar desapercibida, su fuerte personalidad en la que igual cabe la palabra tequila, que artesanía, historia, música o literatura.
También engloba ideas ya de sobra conocidos entre todos los mexicanos: futbol, ojos tapatíos y tejuino son parte de la imagen que viene de inmediato al traer a la memoria lo que podemos vivir en esta ciudad.
Para tener una primera visión de la ciudad, el Tapatío Tour es el equivalente a lo que en la capital del país es el Turibús, un autobús de dos pisos al estilo londinense que ofrece un recorrido por algunos de los principales atractivos de la ciudad, con una narración en audio disponible en seis idiomas
Y para revivir tiempos pasados que se resisten a dejarnos, nada mejor que un paseo en las típicas calandrias, carretas tiradas por caballos que le siguen dando ese toque pintoresco al centro histórico de esta capital.
ARTE EN TODA LA CIUDAD
El eco de la voz de Arreola y el pincel de Orozco se deja sentir aún en sus calles. En el Instituto Cultural Cabañas, magnífica edificación proyectada por Manuel Tolsá y concebida como hospicio, se presentan importantes exposiciones temporales, amén de la formidable pintura "El hombre de fuego" que en la cúpula del recinto pintara uno de los tres más reconocidos muralistas del siglo pasado: José Clemente Orozco.
En baile folclórico Jalisco es siempre uno de los estados más admirados, el revuelo de las faldas, la elegancia del traje de charro con botonadura de plata y el sonido de la tarima cuando las botas se mueven al son del mariachi, provoca en el espectador escalofríos de emoción. Una buena muestra se puede apreciar los domingos a las 10:00 horas en el soberbio escenario del teatro Degollado, en el centro de la ciudad.
El edificio situado en avenida Alcalde 225, albergó desde 1778 la primera imprenta de la región, aquí se imprimió el periódico El despertar americano, desde hace 14 años es sede del museo del periodismo y las artes gráficas.
GRANDES FIESTAS
Otros eventos que ya son ampliamente reconocidos son: las Fiestas de Octubre, el Festival Cultural de Mayo, que atrae eventos de alta escuela en diversas artes y el Encuentro Internacional del Mariachi, el cual se celebra en septiembre y reúne a músicos reconocidos en el género folclórico regional. Es usual que venga representantes de todo el país y algunas "curiosidades" como mariachis argentinos, croatas o japoneses.
Quizá los eventos más renombrados en el ámbito cultural son el Festival Internacional de Cine y la Feria Internacional del Libro (FIL), que convoca a finales de cada noviembre a miles de personas quienes además de poder escoger entre una gran variedad de libros, escuchan a famosos literatos de diversos países en conferencias magistrales.
CHAPALA, REFUGIO DE TURISTAS Y MIGRANTES
La ribera de este famoso lago —el más grande de México— ha atraído visitantes e inmigrantes desde hace cientos de años. Las primeras poblaciones datan del año 1100 D.C.
La abundancia de agua, la benevolencia de su clima y la cercanía con la ciudad de Guadalajara la han hecho un territorio turístico desde 1885, cuando se construyeron las primeras fincas veraniegas, a las que llegó el ferrocarril en la primera década del siglo XX.
Entre sus edificios históricos, está la casa del famoso arquitecto tapatío Luis Barragán, construida a principios del siglo XX y remodelada por él mismo en su juventud, el pequeño inmueble, apenas destaca hoy en la arquitectura del centro de la ciudad.
POR LA RIBERA
Hay un embarcadero donde puede uno contratar lancha para visitar la isla de Alacranes, lugar de culto para las culturas prehispánicas locales.
La parte más agradable está en un pueblo cercano: Ajijic, donde están los mejores hoteles de la región.
La sobreexplotación de los recursos acuáticos, la construcción desmesurada de represas y la contaminación han puesto en jaque la supervivencia del lago. Está en juego la viabilidad ecológica, turística y económica de la región.
En los pueblos cercanos hay balnearios como el de San Juan Cosalá, muy visitado por sus aguas termales.
Tobolandia también atrae a muchos visitantes, aunque sus efectos no son curativos, sino plenos de adrenalina, pues su nombre nos indica que está lleno de toboganes de distintos grados de altura y velocidad.
TLAQUEPAQUE ES CUNA DE ARTISTAS
"Pareces jarrito de Tlaquepaque" decían nuestras abuelas a quienes por cualquier comentario rompían en llanto, pues se identificaba con la cerámica de baja temperatura, muy frágil, que antaño se vendía aquí.
Hoy, este municipio conurbado de la capital jalisciense y nombrado Pueblo Mágico por Sectur, es notorio por las piezas artísticas de gran calidad que inundan sus galerías, quizá sigan siendo frágiles, pero sus precios distan mucho de los jarritos de barro.
La expansión de la mancha urbana de Guadalajara ha hecho que Tlaquepaque sea hoy casi un barrio periférico de la capital, pero no ha perdido el aire de pueblo.
La calle Independencia se conserva como peatonal, en ella hay galerías donde se pueden adquirir selectas piezas de artesanía mexicana.
En la misma calle está la Casa del Artesano, testimonio histórico de la vocación de pueblo. Ahí hay alfareros torneando sus piezas frente al público. Los niños incluso tienen la oportunidad de probar la sensación del barro al ir girando entre sus manos. Toda una experiencia sensorial que promueve la sensibilización.
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