sábado, 6 de junio de 2009

Automasaje











Por: SUN/Cristina Salmerón, Domingo, 27 de Abril de 2008
Si no es posible acudir con un experto, es fácil dar alivio con las propias manos al cansancio acumulado por el estrés
MÉXICO, D.F.
Hay ocasiones en que el cuerpo está fatigado de más, que los músculos del cuello y la espalda están rígidos como una tabla y es urgente un masaje.
Si el tiempo —y el presupuesto— no alcanzan para ir a una sesión con un masajista o no hay quien pueda auxiliar en la casa, es momento de aplicar un automasaje.
La cabeza, cuello, espalda y hombros son las partes del cuerpo donde se concentra, principalmente, la tensión propiciada por el estrés diario. La buena noticia es que realizando distintos movimientos y presiones, las manos pueden dar a estas zonas un agradable descanso.
Aurora Zacarías Colín, masajista de los hoteles Condesa D.F. y Habita nos explica paso a paso cómo aplicar un automasaje.
Lo primero es buscar una superficie plana y rígida donde sentarse (un tapete en el suelo o sobre la alfombra, la cama no es recomendable porque es más suave).
Si se prefiere puede adoptar la posición de loto si no basta con sentarse o permanecer parado, pero siempre con la espalda recta.
Realizar estos ejercicios no tomará más de 10 minutos y pueden ayudar a conciliar el sueño y descansar bien.
ENERGIZANTE
Haz de tu sesión de automasaje una experiencia muy completa:
• Coloca un difusor con tu esencia favorita, incienso, velas perfumadas o música zen, esto mejorará el momento
• La aromaterapia es útil porque las esencias mandan un mensaje de relajación al cerebro
• Los ejercicios se pueden realizar en cualquier momento, pero es mejor si se hacen cuando por fin se está en casa, después de una pesada jornada laboral o antes de ir a la cama
CUELLO
Para devolver la suavidad y elasticidad a los músculos del cuello hay que empezar a mover la cabeza. Primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda manteniendo el cuello recto. Luego hacia atrás, tratando de juntar los dientes de abajo con los de arriba; en seguida, la cabeza baja, estirando la nuca.
Todo se hace con movimientos circulares suaves hacia un lado y hacia el otro, inhalando antes de iniciar cada vuelta y exhalando al terminar.
Ahora, jala el cuello hacia un lado de forma que se sienta una ligera tensión, voltea la cabeza como a 45 grados de su posición original. Este movimiento es bueno para quien tiene problemas de torceduras en esta zona.
CABEZA
Coloca las manos en tu nuca y con la yema de los dedos haz movimientos circulares suaves o fuertes como quieras, de lo que se trata es de dar masaje profundo.
De la nuca avanza hasta llegar detrás de las orejas, sigue con el área occipital, parietal y temporal. Siempre masajeando con las yemas de los dedos.
Ahora, con la parte baja de las palmas de las manos ejerce presión en la nuca y en la frente, luego arriba de las orejas, así hasta pasar por toda la cabeza.
HOMBROS Y ESPALDA
Cruza los brazos de forma que los dedos de las manos alcancen bien los hombros. Con la punta de los dedos da un masaje a la parte trasera de los hombros.
Si no resulta cómoda esta posición, se puede hacer uno por uno, primero la mano derecha masajea al hombro izquierdo, y viceversa. Con estos movimientos se relaja el trapecio.
A continuación, baja un brazo y toca con el dorso de la mano la espalda, el otro brazo seguirá cruzado, tocando el hombro. Una extremidad da masaje a la parte alta de la espalda y la otra en la parte baja. Después se intercambian los brazos para frotar el otro lado.
Por último, con la mano recta, se dan ligeros golpes desde el cuello hasta el final del hombro.
Luego, la mano se coloca en forma cóncava y se dan palmaditas de manera que suene al hacer contacto. Se debe trabajar igual, de forma cruzada para no forzar los brazos.

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