domingo, 7 de junio de 2009

Tiene Salvatierra joyas de la colonia




Por: Georgina Serrano, Domingo, 04 de Enero de 2009
Es la tercer ciudad turística del estado después de San Miguel de Allende y Guanajuato capital
SALVATIERRA
Además de San Miguel y Guanajuato, Salvatierra es uno de los municipios con mayor número de joyas arquitectónicas legados en la época colonial. Una de ellas y de gran significado es el Convento de las Madres Capuchinas.
CAPUCHINAS
El campanario del Convento de las Madres capuchinas aunque no es lujoso como otros sí es único en su tipo. El inmueble está construido con una mezcla de cantera finamente labrada con muros de piedra.Según la página electrónica del gobierno municipal, detalla que "los conventos de monjas fueron en las ciudades novo hispanas un legítimo motivo de orgullo, su presencia significa que la localidad tenía los excedentes económicos necesarios para sus sustento y sobre todo "un buen número de hijas virtuosas, honra de las familias que daban prestigio a los conventos y que al mismo tiempo lo recibían de ellos".
La misma fuente refiere que el estado de Guanajuato contó con tres conventos de monjas, el de San Miguel el Grande (actualmente de Allende), Irapuato y el de Salvatierra, habiéndose negado a León el permiso solicitado para un monasterio de capuchinas por considerar demasiado cercanos los sendos conventos en Lagos de Jalisco y Salvatierra pudiendo resultar demasiado gravoso para la religión el sostenimiento de un tercer monasterio.
El templo y convento de las capuchinas en Salvatierra presenta las características comunes a casi todos los conjuntos de este tipo: la nave del templo paralela a la calle con portadas gemelas de ingreso, coro alto de grandes dimensiones, coro bajo y tribuna en presbiterio.
El carácter barroco de este conjunto, es evidente en varios detalles con ornamentación mixtilínea, destaca el antiguo claustro de novicias con tres arcos por deambulatorio, dos de ellos en media claraboya y el central con itrados en capialzad, las portadas gemelas de acceso al templo presentan también ornamentación barroca en cantera blanca contrastando armónicamente con los muros en severa fábrica de tezontle.
HISTÓRICO
El templo de Las Capuchinas es parte de la historia de Salvatierra.Esta joya de la arquitectura religiosa en Guanajuato se ejecutó bajo proyecto original de Don Joaquín de Heredia, arquitecto mayor, supernumerario de la corte de México, académico de mérito de la Real Academia de San Carlos de la Nueva España y agrimensor general titulado por su majestad de tierras y a aguas en este reino.
HISTORIA INICIAL
En 1766 Santiago Ginés de Parada Capitán de Infantería y vecino de la Ilustre ciudad de Querétaro, otorgó ante el escribano real una escritura de obligación y afiance por veinticinco mil pesos para la construcción del convento y templo dedicado a la concepción de María, más 10 mil pesos de dote para el sostenimiento de dos capellanes.
Con el apoyo de autoridades y vecinos de la ciudad, para la manutención de las monjas y aprobación de Franciscanos y Carmelitas, proyecto basado en el convento de Querétaro, con un costo de 35 mil pesos y examinado por maestros de arquitectura: Sinforoso Munares y Félix Alberto Parada por orden del Corregidor de Querétaro, por lo que presenta rasgos típicos con el de Querétaro.
Obtenido el consentimiento del obispo, la aprobación del Virrey Marqués de Croix, solicitó y despachó el expediente al Consejo de Indias y al Rey Carlos III obteniendo cédula de fundación el 11 de octubre de 1767 (huertas colindantes con el barrio).
La construcción duró varios años en realizarse y se supone que fue de un autor queretano por su semejanza con el de esta ciudad, y para fines del siglo se pretendió adoptar otro proyecto con plano hecho por el arquitecto Joaquín de Heredia, académico de la Real Academia de San Carlos en la ciudad de México, institución que regulaba, vigilaba y aprobaba las construcciones en la Nueva España.
Con apoyo y ayuda de don Rafael Monterde, Conde de la presa de Jalpa que contribuyó con 22 mil pesos el 13 de junio de 1798 ingresaron al nuevo convento las primeras siete capuchinas procedentes de Querétaro y a los pocos días las primeras diez novicias, con el tiempo llegaron a ser 30 religiosas profesas, quienes vivían en suma pobreza y se ayudaban con las limosnas del vecindarios y los fieles.
Énfasis
Construcción
Consta de seis tramos en el muro separados, con contrafuertes con secciones trapezoidales, cuatro de sillares de tezontle rojo, piedra prosa de origen volcánico color gris de la mampostería.
Las portadas son de cantera café con ornamentación barroca a base de follajes, roleos, guardamalletas en los pedestales y cornisa mixtilínea, destacando las cabecitas humanas y anagramas de María y José al centro de los tímpanos.
Consta de nave única en forma rectangular cubierta con tres bóvedas de arista, fajones de medio punto y arcos formeros de tres centros.MEDIADOS DEL SIGLO XIX
Según los registros históricos y tras las Leyes de Reforma las monjas fueron extraustradas, pasando a tener otros usos el edificio con breves intervalos de ocupación parcial por las capuchinas y en 1848 se dio la renovación de los altares principales que previamente ya se habían perdido.
En el Porfiriato el exconvento fue dedicado a alojar al Hospital Civil y tiempo después se instaló la escuela parroquial, misma que continúa con el nombre de "Colegio José María Morelos" y parte del antiguo convento está ocupado actualmente por las monjas capuchinas.
La huerta a su vez fue destinada para que funcionara ahí el rastro municipal, hoy kinder "Rebsamen", la casa del capellán en la esquina, fue demolida para implantar en su lugar un jardín, llamado hoy "La Plaza de la Hermandad".

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