Por: Ernesto Méndez, Domingo, 15 de Febrero de 2009
La gloria de Pozos ha muerto, pero ‘algo’ quedó con vida
HUELLAS QUE NO SE BORRAN
Pozos aún alberga una cantidad importante de edificios construidos durante el Porfiriato con motivo de la actividad minera que se realizaba en la zona.
San Luis de la Paz
El sitio que hace cerca de un siglo fue el nido de una cuantiosa riqueza mineral, hoy ofrece a sus visitantes una interesante mirada al pasado y a los artistas un verdadero nicho de inspiración.
PASILLO AL PASADO
El poblado quedó prácticamente desolado desde la Guerra Cristera aunque ha renacido un poco por el turismo.
Mineral de Pozos es eco de voces prehispánicas de nuestros antepasados y sonoros recuerdos de mineros bajando a las profundidades de las minas para alcanzar la gloria de la plata y el oro en tiempos del Porfiriato del que nunca vimos más que su brillo.
El máximo esplendor de Pozos se logró durante el gobierno de Porfirio Díaz, cuando llegó a contar con casi 80 mil habitantes. A la caída de su gobierno comenzó un segundo periodo de decadencia del cual ya no se recuperó.
Lo peor inició en 1926, por la inestabilidad del movimiento Cristero.
Además, la depresión internacional provocó que cayeran los precios de los metales lo que trajo como consecuencia que se retiraran los últimos capitales extranjeros que todavía permanecían en este lugar.
La falta de dinero, así como un sinnúmero de problemas técnicos, provocaron el éxodo masivo a otros centros de trabajo, se desmanteló y se vendió toda la infraestructura llevando el pueblo a un completo abandono.
Se calcula que por los años 50 menos de 200 personas vivían en el lugar y ya desde entonces se le empezó a conocer como lo que es: un pueblo fantasma.
LA TOLTEQUIDAD
Juan Suárez, quien es fundador de este evento que año con año se realiza y que también es constructor de instrumentos musicales de tipo prehispánico, nos cuenta cómo nace el evento y cuál es su trascendencia.
La Toltequidad nace en 1987 gracias también al Grupo Tribu. El término Toltequidad significa el "Artista" y también representa el hacer las cosas en su grado mayor de perfección, y es por eso que el evento musical desde ese entonces se realiza en el Mineral de Pozos lleva ese nombre dado que el evento en su mayoría se evoca principalmente a la difusión de las artes, ya sean pintura, teatro, danza o música y nace precisamente para mostrar lo que los alumnos de los talleres de construcción de instrumentos habían construido y que ya en ese momento podían también ejecutar y al mismo tiempo la gente empezara a valorar este tipo de arte y que no sólo existe lo comercial sino que hay otras alternativas musicales que también tiene su propio valor, de esa manera también logran hacer conciencia entre los vecinos de lo importante que eran nuestras raíces .
Juan asegura que como Mineral de Pozos tiene pocas alternativas de trabajo, la toltequidad abre la posibilidad de que al poder mostrar los instrumentos y al mismo tiempo ejecutarlos surja una manera y forma de vivir al vender sus productos y su música, ya que desde un inicio cuando ellos aprendieron a construir los instrumentos se esperó que en un futuro pudieran vivir de la venta de ellos y se pudiera crear una fuente de empleo en su propio lugar de origen.
Pero comenta que ahora el festival se ha desvirtuado un poco ya que los organizadores actuales ya no buscan el promover los productos que ahí se elaboran y que lo único que buscan es hacer negocio con un festival que ellos crearon hace años y que hora está siendo utilizado sólo para obtener ganancias económicas.
Desde hace años, existen personas que radican en Pozos y elaboran instrumentos inspirados en la época prehispánica.En los vestigios que ahora observamos está grabada la plenitud y el florecimiento de las comunidades que les dieron vida. Los viejos muros que aún existen nos transmiten sus historias y nos permiten disfrutar y recrear las múltiples actividades de sus habitantes.
El 27 de julio de 1982, el presidente José López Portillo lo decretó como Zona de Monumentos Históricos de la Nación. Pozos, como también se le conoce, está situado a ocho kilómetros al sur de la ciudad de San Luis de la Paz.
Lo pintoresco de este lugar reside en su construcción, ya que la explotación de la minería le dio un toque arquitectónico muy singular.
Este antiguo pueblo minero es fascinante por sus desmantelados edificios, sus viejas minas y sus empedradas calles, las cuales se elevan y descienden alrededor del pueblo.
Por todos lados se ven casas de adobe semidestruidas y gastadas, casonas que guardan rastros de suntuosidad, y un templo inconcluso de grandes dimensiones que habla de dejadez.
PRINCIPAL ACTIVIDAD
Al noreste de Guanajuato, se encuentra el pueblo Mineral de Pozos, fundado en el año de 1576.
Hoy en día, Mineral de Pozos es un centro turístico con minas como la San Rafael y Tres Señores de las que se puede conocer parte de su interior. El llamado pueblo fantasma ha sido inspiración de fotógrafos, pintores y hasta directores de cine, ya que se ha filmado en este lugar más de una película.
El turismo en Pozos es hoy la única alternativa laboral para la gente del pueblo pues no hay nada en los alrededores y para buscar empleo hay que trasladarse a Querétaro u otras ciudades.
Pero en el pueblo se ha desarrollado otra actividad peculiar que es la de construcción de instrumentos "prehispánicos" y la ejecución de éstos por un grupo de residentes; una tradición que empezó hace unos 20 años y la cual ya ha dado más de un fruto.
Pedro Marcelino Ramírez Galván, quien posee un taller de instrumentos "prehispánicos" llamado "CUICALLI", y que es uno de los principales precursores de este movimiento, cuenta que por 1985 llegó un grupo de etnomusicólogos pertenecientes a una banda de música "prehispánica" llamado "Tribu" de la ciudad de México.
Vinieron a hacer unos estudios antropológicos pero en Pozos instalaron una sala de cultura en la cual se comenzaron a dar talleres de teatro, danza y construcción de instrumentos.
En los primeros dos años hubo un choque ideológico con los habitantes pero con el tiempo se formó un taller de 20 personas y de ahí surgieron cuatro grupos de música prehispánica, vigentes hasta el día de hoy.
La gloria de Pozos ha muerto, pero ‘algo’ quedó con vida
HUELLAS QUE NO SE BORRAN
Pozos aún alberga una cantidad importante de edificios construidos durante el Porfiriato con motivo de la actividad minera que se realizaba en la zona.
San Luis de la Paz
El sitio que hace cerca de un siglo fue el nido de una cuantiosa riqueza mineral, hoy ofrece a sus visitantes una interesante mirada al pasado y a los artistas un verdadero nicho de inspiración.
PASILLO AL PASADO
El poblado quedó prácticamente desolado desde la Guerra Cristera aunque ha renacido un poco por el turismo.
Mineral de Pozos es eco de voces prehispánicas de nuestros antepasados y sonoros recuerdos de mineros bajando a las profundidades de las minas para alcanzar la gloria de la plata y el oro en tiempos del Porfiriato del que nunca vimos más que su brillo.
El máximo esplendor de Pozos se logró durante el gobierno de Porfirio Díaz, cuando llegó a contar con casi 80 mil habitantes. A la caída de su gobierno comenzó un segundo periodo de decadencia del cual ya no se recuperó.
Lo peor inició en 1926, por la inestabilidad del movimiento Cristero.
Además, la depresión internacional provocó que cayeran los precios de los metales lo que trajo como consecuencia que se retiraran los últimos capitales extranjeros que todavía permanecían en este lugar.
La falta de dinero, así como un sinnúmero de problemas técnicos, provocaron el éxodo masivo a otros centros de trabajo, se desmanteló y se vendió toda la infraestructura llevando el pueblo a un completo abandono.
Se calcula que por los años 50 menos de 200 personas vivían en el lugar y ya desde entonces se le empezó a conocer como lo que es: un pueblo fantasma.
LA TOLTEQUIDAD
Juan Suárez, quien es fundador de este evento que año con año se realiza y que también es constructor de instrumentos musicales de tipo prehispánico, nos cuenta cómo nace el evento y cuál es su trascendencia.
La Toltequidad nace en 1987 gracias también al Grupo Tribu. El término Toltequidad significa el "Artista" y también representa el hacer las cosas en su grado mayor de perfección, y es por eso que el evento musical desde ese entonces se realiza en el Mineral de Pozos lleva ese nombre dado que el evento en su mayoría se evoca principalmente a la difusión de las artes, ya sean pintura, teatro, danza o música y nace precisamente para mostrar lo que los alumnos de los talleres de construcción de instrumentos habían construido y que ya en ese momento podían también ejecutar y al mismo tiempo la gente empezara a valorar este tipo de arte y que no sólo existe lo comercial sino que hay otras alternativas musicales que también tiene su propio valor, de esa manera también logran hacer conciencia entre los vecinos de lo importante que eran nuestras raíces .
Juan asegura que como Mineral de Pozos tiene pocas alternativas de trabajo, la toltequidad abre la posibilidad de que al poder mostrar los instrumentos y al mismo tiempo ejecutarlos surja una manera y forma de vivir al vender sus productos y su música, ya que desde un inicio cuando ellos aprendieron a construir los instrumentos se esperó que en un futuro pudieran vivir de la venta de ellos y se pudiera crear una fuente de empleo en su propio lugar de origen.
Pero comenta que ahora el festival se ha desvirtuado un poco ya que los organizadores actuales ya no buscan el promover los productos que ahí se elaboran y que lo único que buscan es hacer negocio con un festival que ellos crearon hace años y que hora está siendo utilizado sólo para obtener ganancias económicas.
Desde hace años, existen personas que radican en Pozos y elaboran instrumentos inspirados en la época prehispánica.En los vestigios que ahora observamos está grabada la plenitud y el florecimiento de las comunidades que les dieron vida. Los viejos muros que aún existen nos transmiten sus historias y nos permiten disfrutar y recrear las múltiples actividades de sus habitantes.
El 27 de julio de 1982, el presidente José López Portillo lo decretó como Zona de Monumentos Históricos de la Nación. Pozos, como también se le conoce, está situado a ocho kilómetros al sur de la ciudad de San Luis de la Paz.
Lo pintoresco de este lugar reside en su construcción, ya que la explotación de la minería le dio un toque arquitectónico muy singular.
Este antiguo pueblo minero es fascinante por sus desmantelados edificios, sus viejas minas y sus empedradas calles, las cuales se elevan y descienden alrededor del pueblo.
Por todos lados se ven casas de adobe semidestruidas y gastadas, casonas que guardan rastros de suntuosidad, y un templo inconcluso de grandes dimensiones que habla de dejadez.
PRINCIPAL ACTIVIDAD
Al noreste de Guanajuato, se encuentra el pueblo Mineral de Pozos, fundado en el año de 1576.
Hoy en día, Mineral de Pozos es un centro turístico con minas como la San Rafael y Tres Señores de las que se puede conocer parte de su interior. El llamado pueblo fantasma ha sido inspiración de fotógrafos, pintores y hasta directores de cine, ya que se ha filmado en este lugar más de una película.
El turismo en Pozos es hoy la única alternativa laboral para la gente del pueblo pues no hay nada en los alrededores y para buscar empleo hay que trasladarse a Querétaro u otras ciudades.
Pero en el pueblo se ha desarrollado otra actividad peculiar que es la de construcción de instrumentos "prehispánicos" y la ejecución de éstos por un grupo de residentes; una tradición que empezó hace unos 20 años y la cual ya ha dado más de un fruto.
Pedro Marcelino Ramírez Galván, quien posee un taller de instrumentos "prehispánicos" llamado "CUICALLI", y que es uno de los principales precursores de este movimiento, cuenta que por 1985 llegó un grupo de etnomusicólogos pertenecientes a una banda de música "prehispánica" llamado "Tribu" de la ciudad de México.
Vinieron a hacer unos estudios antropológicos pero en Pozos instalaron una sala de cultura en la cual se comenzaron a dar talleres de teatro, danza y construcción de instrumentos.
En los primeros dos años hubo un choque ideológico con los habitantes pero con el tiempo se formó un taller de 20 personas y de ahí surgieron cuatro grupos de música prehispánica, vigentes hasta el día de hoy.
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