sábado, 6 de junio de 2009

Barrancas del Cobre a puro lomo de mula







Por: SUN, Domingo, 15 de Febrero de 2009
Descubre cómo es la vida de un rarámuri y a su vez penetra en sus paisajes
MÉXICO, D.F.
Para recorrer las Barrancas del Cobre, tú decides cómo hacerlo. Si te sientes muy valiente y aguantador puede ser a pie, o si de plano, lo tuyo no es caminar, entonces móntate en la mula.
Es un recorrido que dura tres días, con jornadas de ocho horas de pura caminata.
“CHEPE”
Esta es la ruta del tren Chihuahua al Pacífico, “Chepe”, que te lleva a las Barrancas del Cobre vía el puerto de Topolobampo, Sinaloa. Primero debes llegar al municipio de Cerocahui, es justo aquí donde comienza la travesía. Se comienza por subir la barranca de Urique, considerada la más profunda del mundo, mucho más que el Cañón del Colorado.
A tu paso irás visitando pequeñas comunidades tarahumaras, verás cómo viven. Algunos han tenido la posibilidad de armar sus casitas con madera, otros de plano viven en cuevas.
El primer día es mera observación del paisaje que ofrecen esas barrancas. La noche la pasas con una familia rarámuri.
Ellos muy amablemente dejarán que armen sus casas de campaña en lo que llaman patio. Es un terreno con pasto y un poco de tierra. Una vez instalados deberás tomar asiento en un tronco, mientras la fogata te calienta un poco la noche.
La cena es preparada por ellos mismos, un menú de carne asada con tortillas de maíz hechas a mano. Pide que te armen un itacate para el siguiente día.
Ya de mañana se levantará el campamento, todos deberán amarrar a su mula el equipo. Y ahora a descender la barranca.
El camino es por una cañada con arroyos, se pasarán por veredas que tienen formaciones rocosas. Hay que usar bien la imaginación para encontrar un ángel o un monje.
Las cosas cambian
No se siente ni frío ni calor, estarán ya en la comunidad del Naranjo. Las preguntas empezarán a ser lanzadas a los guías ¿Porqué hay árboles de naranjas, toronjas y manzanas?
La respuesta es sencilla. Este poblado tienen un clima de transición, donde el clima es el ideal para que varios frutos puedan crecer. Así que podrás aprovechar para cortar alguna manzana, mango o naranjas, dependiendo de la temporada para ir comiendo en el camino.
Este es el punto cuando le tendrás que agradecer a tu mula que siga a tu lado. Hay que cruzar el río Urique, no hay otra forma más que montarte en el animal y dejar que él te lleve. Es posible que se dejen ver algunos halcones atrapando a los peces.
Con los pantalones y zapatos mojados, por último se pasa por una mina abandonada que lleva por nombre La Patrona.
Ya casi en el final del recorrido se encontrará un caminito de terracería. Para este momento ya estarás a 500 metros sobre el nivel del mar. El bochorno es inevitable, parece como si estuvieras en otro estado de la República, tal vez Veracruz.
Estás ya en el pueblo de Urique. Es pequeño pero acogedor, hay casas que aún son de adobe. Los guías reconocerán tu esfuerzo con una cerveza bien fría para calmar la sed. Después a dormir para poder recuperar toda la energía gastada.

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