Por: Luis Aguilar , Domingo, 19 de Abril de 2009
Una familia jaralense produce el rico rollo de guayaba que ha traspasado fronteras
Jaral del Progreso
SABORES DEL PUEBLO
La fábrica de dulces lleva 30 años deleitando el paladar de muchos.
La mezcla y colorido final de la guayaba, el coco, azúcar, glucosa y leche, le han podido dar fama traspasando fronteras al tradicional rollo de guayaba, que por más de 30 años se ha comercializado en la ciudad y que es uno de sus tantos atractivos que habitantes y el turismo busca en su estancia en Jaral del Progreso.
Además, también se han hecho famosos otra variedad de dulces como el de membrillo, los jamoncillos, las cocadas, la cajeta y los ates de perón, membrillo y guayaba, que también son elaborados por gentes de esta ciudad.
La trascendencia de los rollos de guayaba de Jaral del Progreso, no han tenido límite y estados como Zacatecas, Jalisco, Michoacán entre otros, así como muchas ciudades de los Estados Unidos, han podido recibir este dulce producto guanajuatense.
Aunque en Jaral, ya existen varios negocios dedicados a la elaboración de dulces regionales, en pleno centro de la ciudad existe aún la casa en donde se elaboró por primera vez el rollo de guayaba y que ahora es un productivo negocio que lleva el nombre de su creadora.
La historia
Sobre le inicio de la elaboración del rollo de guayaba en esta ciudad, se cuenta que por el año de 1978, Doña Esther Ortega Maciel, enviudó de Luis Esquivias Molina, quedando sola y sin hijos, dado a que nunca tuvo familia.
Una de sus ocupaciones, posterior a su viudez, fue iniciar su propio negocio en la puerta de su domicilio, ubicado en el 203 de la calle Manuel Doblado, en pleno centro de la ciudad y a escasos cincuenta metros del Jardín Principal.
LA RECETA
Sobre el proceso para la elaboración de este dulce producto, primero se selecciona la mejor calidad de guayaba y se lavan muy bien para luego ser cocinadas en un cazo de cobre hasta que se extrae la pulpa.
Cuando la sustancia obtenida no es ni muy dura ni muy aguada se pasa al proceso de extensión, en donde varias personas colocan el dulce sobre unas mesas cubiertas de azúcar y es precisamente ahí donde se le unta el relleno.
Por último, se enrolla el dulce y se corta, para posteriormente pasar al proceso de empaquetado, teniendo vital importancia dentro del proceso, la calidad y limpieza con la que se elabora el producto.
Aparte de este rollo, en Jaral también se elaboran otra gran variedad de dulces típicos de la región, que no por ser de menos demanda de las personas son menos deliciosos.Para ello, se sabe que de una revista de recetas, tomo la del rollo de guayaba que en Jaral del Progreso en ese entonces, era totalmente desconocido y con su mesa en la puerta de su casa comenzó a exhibir sus rollos envueltos en papel.
La curiosidad de los mismos lugareños, despertó el dulce sabor del pueblo de Jaral del Progreso, y fueron los mismos habitantes quienes comenzaron a comprar y promover cada vez más este delicioso producto que en estas fechas endulza por toneladas a varias partes del país e incluso en los Estados Unidos.
Tras la muerte de doña Esther Ortega, el negocio pasó a manos de su hermano Luis Ortega Maciel y de su esposa Gloria Jiménez Puente, quienes aun conservan la receta secreta en este negocio familiar.
Empleos
A 30 años de que inició la producción por primera vez de este delicioso e inigualable producto, en Jaral del Progreso mucha gente se ha visto beneficiada con trabajo en las empresas familiares que se han establecido en la ciudad.
Ejemplo de ello es la fábrica de dulces "Esther", en honor a Doña Esther Ortega Maciel, en donde Luis Ortega y Gloria Jiménez, trabajan junto a sus cuatro hijas, Gloria, Leticia, Alicia e Irene, además de Petra, Angélica, Lupita y Rafael, quienes son sus trabajadores.
Gloria Jiménez, comenta que a 12 años de haber tomado las riendas del negocio, la producción ha ido incrementándose de manera significativa y, han tenido que invertir en la industrialización de su negocio para sacar la demanda.
Estima que tan solo en una semana, de puro rollo de guayaba se llega a producir hasta tonelada y media, más la producción de la otra variedad de dulces típicos de la región que también vende.
Sus mejores épocas, las cataloga en el mes de diciembre y la Semana Santa, en donde hasta tres toneladas semanales se llegan a producir de este rico producto para la demanda de su negocio, mas aún la exportación a los estados vecinos como Zacatecas y Jalisco.
Es así como un rico y barato producto, le ha llegado a dar fama en el país y el extranjero a Jaral del Progreso, en donde la misma gente del pueblo se ha encargado de promocionar y comentar tras las fronteras sobre la originalidad, dulzura y colorido de los dulces de esta región.
Gloria Jiménez, comenta que al menos para su familia es un orgullo que sus productos sean del gusto de la gente y que acudan de varias partes del estado, del país e incluso en fin de año de otras naciones solamente, a buscar el famoso rollo de guayaba.
Una familia jaralense produce el rico rollo de guayaba que ha traspasado fronteras
Jaral del Progreso
SABORES DEL PUEBLO
La fábrica de dulces lleva 30 años deleitando el paladar de muchos.
La mezcla y colorido final de la guayaba, el coco, azúcar, glucosa y leche, le han podido dar fama traspasando fronteras al tradicional rollo de guayaba, que por más de 30 años se ha comercializado en la ciudad y que es uno de sus tantos atractivos que habitantes y el turismo busca en su estancia en Jaral del Progreso.
Además, también se han hecho famosos otra variedad de dulces como el de membrillo, los jamoncillos, las cocadas, la cajeta y los ates de perón, membrillo y guayaba, que también son elaborados por gentes de esta ciudad.
La trascendencia de los rollos de guayaba de Jaral del Progreso, no han tenido límite y estados como Zacatecas, Jalisco, Michoacán entre otros, así como muchas ciudades de los Estados Unidos, han podido recibir este dulce producto guanajuatense.
Aunque en Jaral, ya existen varios negocios dedicados a la elaboración de dulces regionales, en pleno centro de la ciudad existe aún la casa en donde se elaboró por primera vez el rollo de guayaba y que ahora es un productivo negocio que lleva el nombre de su creadora.
La historia
Sobre le inicio de la elaboración del rollo de guayaba en esta ciudad, se cuenta que por el año de 1978, Doña Esther Ortega Maciel, enviudó de Luis Esquivias Molina, quedando sola y sin hijos, dado a que nunca tuvo familia.
Una de sus ocupaciones, posterior a su viudez, fue iniciar su propio negocio en la puerta de su domicilio, ubicado en el 203 de la calle Manuel Doblado, en pleno centro de la ciudad y a escasos cincuenta metros del Jardín Principal.
LA RECETA
Sobre el proceso para la elaboración de este dulce producto, primero se selecciona la mejor calidad de guayaba y se lavan muy bien para luego ser cocinadas en un cazo de cobre hasta que se extrae la pulpa.
Cuando la sustancia obtenida no es ni muy dura ni muy aguada se pasa al proceso de extensión, en donde varias personas colocan el dulce sobre unas mesas cubiertas de azúcar y es precisamente ahí donde se le unta el relleno.
Por último, se enrolla el dulce y se corta, para posteriormente pasar al proceso de empaquetado, teniendo vital importancia dentro del proceso, la calidad y limpieza con la que se elabora el producto.
Aparte de este rollo, en Jaral también se elaboran otra gran variedad de dulces típicos de la región, que no por ser de menos demanda de las personas son menos deliciosos.Para ello, se sabe que de una revista de recetas, tomo la del rollo de guayaba que en Jaral del Progreso en ese entonces, era totalmente desconocido y con su mesa en la puerta de su casa comenzó a exhibir sus rollos envueltos en papel.
La curiosidad de los mismos lugareños, despertó el dulce sabor del pueblo de Jaral del Progreso, y fueron los mismos habitantes quienes comenzaron a comprar y promover cada vez más este delicioso producto que en estas fechas endulza por toneladas a varias partes del país e incluso en los Estados Unidos.
Tras la muerte de doña Esther Ortega, el negocio pasó a manos de su hermano Luis Ortega Maciel y de su esposa Gloria Jiménez Puente, quienes aun conservan la receta secreta en este negocio familiar.
Empleos
A 30 años de que inició la producción por primera vez de este delicioso e inigualable producto, en Jaral del Progreso mucha gente se ha visto beneficiada con trabajo en las empresas familiares que se han establecido en la ciudad.
Ejemplo de ello es la fábrica de dulces "Esther", en honor a Doña Esther Ortega Maciel, en donde Luis Ortega y Gloria Jiménez, trabajan junto a sus cuatro hijas, Gloria, Leticia, Alicia e Irene, además de Petra, Angélica, Lupita y Rafael, quienes son sus trabajadores.
Gloria Jiménez, comenta que a 12 años de haber tomado las riendas del negocio, la producción ha ido incrementándose de manera significativa y, han tenido que invertir en la industrialización de su negocio para sacar la demanda.
Estima que tan solo en una semana, de puro rollo de guayaba se llega a producir hasta tonelada y media, más la producción de la otra variedad de dulces típicos de la región que también vende.
Sus mejores épocas, las cataloga en el mes de diciembre y la Semana Santa, en donde hasta tres toneladas semanales se llegan a producir de este rico producto para la demanda de su negocio, mas aún la exportación a los estados vecinos como Zacatecas y Jalisco.
Es así como un rico y barato producto, le ha llegado a dar fama en el país y el extranjero a Jaral del Progreso, en donde la misma gente del pueblo se ha encargado de promocionar y comentar tras las fronteras sobre la originalidad, dulzura y colorido de los dulces de esta región.
Gloria Jiménez, comenta que al menos para su familia es un orgullo que sus productos sean del gusto de la gente y que acudan de varias partes del estado, del país e incluso en fin de año de otras naciones solamente, a buscar el famoso rollo de guayaba.
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