miércoles, 8 de abril de 2009

En Yuriria te espera el majestuoso ex convento

Por: Cuca Dominguez, Domingo, 05 de Abril de 2009
Con sólo 31 pesos podrá recorrer los 24 dormitorios donde los agustinos meditaban en el siglo XVI; además de la cocina, pasillos y patios
YURIRIA
ARQUITECTURA
Vista desde afuera del ex convento, rodeado por un hermoso jardín y adornado con un pozo al estilo barroco
La laguna
Estando en el municipio puede visitar también este mágico lugar. Es un lago artificial formado por fray Diego de Chávez a mediados del siglo XVI, quien por medio de un canal unió esta cuenca con el río Lerma; el lago tiene un largo de 17 kilómetros. Existe la posibilidad de alquilar una lancha a los pescadores de la zona para navegar por el cuerpo de agua.Si busca cultivar la vista el ex convento Agustino en Yuriria, Guanajuato, le proporcionará un éxtasis total. Los altos muros, en los que se aprecia el paso del tiempo, no ocultan la hermosura de este espacio maravilloso.
Supervisado y al cuidado del personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA), usted podrá conocerlo pagando 31 pesos, podrá pasear entre los largos pasillos y estrechas habitaciones en donde vivían los sacerdotes agustinos.
Deje que la imaginación vuele más allá de la crisis económica, y al observar el tizne en las hornillas de la cocina podrá recrear las viandas que consumían los monjes.
Podrá pasear por los baños y observar las letrinas comunes que se utilizaban en aquella época.
Atractivos naturales
Además de sus hermosas y verdes paisajes, la ciudad te ofrece La Laguna de Yuriria de 19 Kilómetros de largo por 7 de ancho, que es la primera construcción hidráulica colonial en América, ya que es un lago artificial creado por Fray Diego de Chávez y Alvarado al inundar una depresión natural con aguas del cercano río Lerma.
Yuriria, cuyo nombre primitivo era Yuririapúndaro, que en purépecha significa "Lugar de Sangre", en referencia a La Alberca, un cráter de un volcán apagado que tiene una laguna cuyas aguas rojizas dieron origen al nombre original del lugar. Al avanzar un poco más se admira sin recelo cada uno de sus muros, paredes y pasillos pintadas, arcos y puertas del siglo XVII; al centro un hermoso jardín con el pozo y qué decir de sus techos, una maravilla barroca que en lo alto culminan en bóvedas dando una hermosa estructura a edificio arquitectónico.
Usted podrá recorrer la mayoría de las 24 celdas o dormitorios donde los monjes agustinos meditaban la manera en que podrían adoctrinar a los indios, en el siglo XVI.
La planta alta y la baja, donde se puede observar una colección de fotos traída de la fototeca del INHA, localizada en el ex convento de San Francisco, de Pachuca Hidalgo, y que ilustran la vida del creador de esta magnífica obra Fray Diego de Chávez y Alvarado.
También podrá recrear la vista con la imagen única de Santa Ana, tallada en madera estofada y policromada del siglo XVIII. Las pinturas al óleo de San Juan Evangelista, María Magdalena, San José y Ecce Homo; San José con el niño Jesús, San Francisco de Puala, todas del siglo XVII y de autor desconocido que denotan una técnica única y bien lograda al perfeccionar los rostros angelicales.
La historia
Este majestuoso monasterio Agustino, inició su construcción el 1 de noviembre de 1550 y se inauguró el Jueves de Corpus de 1559. Su bellísimo conjunto se enmarca en un espacio abierto en el que los monjes adiestraban a los indígenas.
SABES
Ubicación y recorridos
Yuriria limita al Norte con los municipios de Valle de Santiago y Jaral del Progreso; al Este con Salvatierra y Santiago Maravatío; al suroeste con Moroleón y Uriangato y al Sur con el estado de Michoacán. La temperatura anual promedio es de 19.2 °C.
Otros atractivos: El Templo de la Preciosa Sangre de Cristo del siglo XIX, con una imagen del Santísimo, labrada en madera negra; y el Templo del Hospital y actual Templo del Expiatorio, que data de 1549. La amplia portada asciende en sus dos cuerpos con rasgos indígenas ricamente ornamentada con motivos florales y animales. Sorprenden los espacios vacíos y se aprecia con gran elegancia el bello estilo plateresco de la magnífica construcción.
Cabe señalar que el convento tenía hermosos retablos de madera de cedro rojo, que se perdieron por completo en el incendio de 1814 y fueron sustituidos. El incendio no fue accidental sino provocado por el Presbítero José Antonio Torres que prendió fuego al templo y parte del convento cuando supo que en su interior se encontraba Agustín de Iturbide.

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