domingo, 26 de abril de 2009

Las penas, con '' Acambaritas '' son buenas.


Por: ONOFRE LUJANO , Domingo, 26 de Abril de 2009
El pan, una tradición heredada por generaciones en Acámbaro, soporta los embates de la crisis y mantiene sin cambios sus precios. Los panaderos se plantean una mayor exportación del producto a EU.
ACÁMBARO
TRADICIÓN
El pan de Acámbaro mantiene sus tradicionales formas de elaboración.
ELABORACIÓN
El pan se elabora através de una mezcla que es hecha un día antes para su fermentación
COCIMIENTO
Las temperaturas deben ser óptimas para conservar su textura.
VARIEDADES Y PRECIOS
$5.00 Ranchero, Leche, Picón, Agua, Empanada, Pechuga, Acambareña, Bocaneo, Gramillo, Cema y Muerto
$8.00 Pan Mediano: Ranchero, Leche, Picón, Agua, Empanada,
$10.00 Pan grande: Ranchero, Tallado especial, Granada, Nuez
$13.00 Concha y volcan
$15.00 Muerto, Cruz y Bola
$26.00 Pan extra grande: Ranchero
El pan que originalmente se hacía en la localidad era criollo, se decía de Zinapécuaro, Michoacán, y el nombre era "bocaneo."
Y fueron precisamente los hermanos Silva quienes detonaron ese mercado con nuevos ingredientes, como la levadura de cerveza y la grasa vegetal, pues Heriberto y Carlos los integraron al pan para distinguirlo de los panes que comúnmente se hacían en Acámbaro.
E inicio fue su abuelo José; le siguió su padre, también de nombre José, y ahora la continúa su hermano Fernando.
Los costos de la crisis
Pese a la crisis, el pan de Acámbaro tiene un mercado que, hasta ahora, no ha sido golpeado duramente por la crisis: los precios se mantienen estables y su distribución, incluso a lugares dentro y fuera de la República, continúa.
Loeza López, quien es hoy uno de los principales exportadores de este producto, expuso que los precios de la materia prima fluctúan y, aunque no hay un precio establecido, por lo pronto mantienen los mismos costos del año pasado: "vamos a esperar como se comportan los precios, sobre todo de la harina y el azúcar, además de la grasa y la levadura".
Sobre este último insumo comentó que ha habido aumentos importantes, pues "la caja de 25 kilos subió 30 pesos y la grasa también aumentó en 25 pesos. Estos incrementos los estamos absorbiendo para mantener nuestros precios". dijo.
Además, explicó, "éste es un producto que se vende en la panadería y no siempre directamente al consumidor. Entonces, no se puede subir el precio porque muchos de los que lo compran lo hacen para revenderlo".
Aun así, los panaderos se defienden simplificando la hechura del pan y supliendo algunos ingredientes por otros más económicos. Un modo de ahorro, tanto para el vendedor como para el cliente, es incluso reciclar el producto.
Loeza planteó que regularmente se recicla el pan que queda frío, pues se puede remojar y hacer las famosas "piedras", que se preparan con miel de piloncillo. También puede reciclarse la "acambarita" fría y el mismo pan grande, quitándole las pasas.
En cuanto a las ventas, en esta temporada de calor es normal que baje el consumo. Además, hay que agregar que por la cuesta de enero y la devaluación del peso "nosotros calculamos que reducimos nuestra venta 10 por ciento", informó.
"Lo que estamos haciendo ahora es trabajar más, aunque ganemos lo mismo, amortiguar la situación y asumir que, por el momento, no subiremos los precios y mantendremos nuestra planta de trabajadores".
El productor comentó que las variedades que más venden son el tallado, la acambarita, el ranchero, la empanada, de leche y de agua; además están el picón, el granillo, la sema, el bocaneo, el especial, la concha, el volcán, la nuez y la pechuga.
El pan de muerto es un caso especial, pues se vende de forma excelente, pero sólo cuando llega esa temporada.
Una industria
En la ciudad existen cuando menos 70 tahoneras de distintos tamaños, administradas por igual número de familias.
De ellas, al menos 12 son grandes y otra docena medianas, mismas que elaboran 70 por ciento de la producción. Además hay 40 pequeñas que no hacen pan grande.
Sabías que...
La fama del pan grande en Acámbaro tiene su origen en el trabajo de los tres hermanos Silva: Heriberto, Carlos y Samuel, quienes aprendieron el oficio de su padre. Se calcula que actualmente hay entre 400 y 500 trabajadores en la industria del pan y, por si fuera poco, se tienen más de 2 mil personas que revenden pan y otro lote de eventuales que, con base en la fama de Acámbaro, se llevan cien panes de 5 pesos y los venden fuera de la ciudad hasta en 15 pesos: "podemos hablar aquí de unas cien personas más que viven del pan", comentó Loeza López.
El pan de Acámbaro se vende, además en los municipios del propio estado, en plazas de Querétaro, Distrito Federal, Toluca y Guadalajara, por ejemplo. Pero, además, se exporta, aún con el riesgo de ser un producto perecedero, pues hay una gran demanda para llevarlo a Estados Unidos.
Respecto al futuro de la industria que da vida a Acámbaro, Loeza López expuso: "creemos que mejoraremos… estamos arreglando lo de las marcas registradas y con ello podremos tener más producción y mayor empleos, pues acabaríamos así con la piratería de municipios como Maravatío, Jerécuaro, Celaya, entre otros".

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