Hay en Pénjamo un lugar que se especializa en estos ‘atletas’ veloces y otros ejemplares finos
Pénjamo
COMO AUTOS DE LUJO
Aunque no requieren gasolina, estos equinos son especiales y su crianza debe ser cuidadosa.
EN PLENO ENTRENAMIENTO
Cada día, los animales son llevados a un ‘rehilete’ donde trotan por alrededor de 40 minutos.
La velocidad que alcanzan es similar al de un Mini Cooper S, uno de los autos deportivos más rápidos en su tipo. Su resistencia es casi similar al motor de un Mustang y su línea aerodinámica es semejante al de un Learjett.
Pero no se trata de una máquina. Son caballos de carreras que han encontrado en esta región cuidados y atención de la más alta calidad como si fueran atletas de alto rendimiento en Juegos Olímpicos.
En Pénjamo, estos caballos son tan cotizados que su valor puede alcanzar hasta un millón de pesos, según su pureza. En este municipio existe un lugar ubicado en la carretera federal 90, donde se venden y se compran caballos finos de monta y de carreras, estos últimos son los más comercializados que hasta un general militar compro en 70 mil pesos a El Pavito, uno de estos equinos, como regalo de fin de año.
Yahir Saldaña Morales de 17 años, apodado "El Vampi" y Juan Antonio Delgado Romo o Toño" de 25 años, son los encargados de alimentar, cuidar y mantener en forma a estos "atletas".
SU CUIDADO
A diario, los caballos de carreras que tienen a su cargo, algunos de ellos provenientes de los Estados Unidos y Europa, son llevados a "trabajo" consistente en dar vueltas en un rehilete parecido a los juegos mecánicos durante 40 minutos.
Posterior cada equino es montado por su entrenador en este caso "Toño", quien se encarga de ponerlos a tope, dando varias vueltas en una pista; al terminar tiene que esperar a que descansen para luego llevarlos a una alberca que tiene una profundidad de cinco metros donde naden y se bañen.
Al salir de la alberca, cada caballo es secado a mano y cepillado del crin o velo –pelo superior que tienen en la cabeza- y de la cola hasta quedar alisados y limpios; mientras que sus patas son limpiadas de forma delicada con aceite.
De ahí son llevados a sus caballerizas, donde su alimentación está controlada por un veterinario, un dentista y un ginecólogo en el caso de las yeguas, basado principalmente en manzanas, miel, polen, avena, alfalfa y alimento comercial.
Estos caballos tienen un registro de pureza. es decir, son de raza pura sangre y se caracterizan por su fuerza, nobleza, energía y valor. Es destacable también la clara comprensión de la voluntad de su amo y el placer de someterse a ésta, tales son sus principales condiciones.
INCLUSO, SUPERARÍA A VEHÍCULOS
Los caballos de carreras en carril, llegan a alcanzar una velocidad de 130 km/hr en trescientas varas, es decir, en 300 metros, pero a la mitad -a los 150 metros- su velocidad ya es de 100 km/hr en tan sólo 7 segundos , que comparado con una camioneta, un vehículo deportivo o incluso un auto de carreras, es similar.
Una camioneta Ford Lobo que cuenta con un motor de 298 CV, ocho cilindros de 4.6 litros alcanza los 100 km/h en 9.2 segundos ; una camioneta tipo Escalade tarda 7 segundos ; un Mini Cooper S alcanza en 7.1 segundos la misma velocidad, es decir, en su arranque el caballo bien los podría superar.El caballo de carreras es considerado un animal de extremada ligereza y esto forma parte de las características remarcables dado su volumen; su mayor desarrollo es adquirido a la edad de cuatro años y la esperanza de vida varía entre los veinticinco y los treinta años.
SU VALOR
Los caballos de carreras que se venden en Pénjamo, adquieren su valor de acuerdo a su procedencia, herencia de los padres, edad y en algunos casos el tiempo que llegan a alcanzar en las carreras.
Por ejemplo, un caballo apodado "El Villa" de cuatro años de edad, hijo de El Mayor, un caballo que nació en Puruándiro, Michoacán y de madre de los Estados Unidos, cuesta alrededor de 150 mil pesos, sin contar que posterior a la carrera que va a realizar si llega a ganar, su precio podría aumentar.
El Gallo de Oro es un caballo temperamental y el próximo 14 de febrero va a cumplir cuatro años, su valor es de 120 mil pesos; un caballo de Dolores Hidalgo llamado El Zorrillo que tiene un valor de 1 millón de pesos y es el mejor que hay por el tiempo que ha cronometrado en las carreras de carril, donde ha jugado.
"A los 18 meses se empieza a amansar un caballo; cuando el caballo empieza a soltar lo que trae es a los cuatro años, o sea un caballo tiene un tiempo de 300 varas que vienen siendo 300 metros que de 14 segundos hay caballos mas rápidos de 13.90 pero esos caballos valen un dineral entre 50 o 100 mil dólares" dijo el entrenador.
EL JINETE
La altura recomendable es de un metro y medio y la mayoría son delgados, aproximadamente entre 48 y 55 kilos, según las reglas en cada carrera; lo importante es una buena condición física para no resultar una carga al caballo de carreras.
Un jockey profesional suele recibir un sueldo fijo más una prima si gana una carrera.
Para Toño, el haber sido jockey durante varios años, le dejó buenos dividendos y es que en cada carrera gane o pierda el caballo, recibía un porcentaje del 12% sobre las apuestas.
Sin embargo es un trabajo muy arriesgado y de gran concentración, pues el momento de salir encarrilado, dijo "hay que tener la mente en blanco, porque los caballos se ponen nerviosos y pueden ya no correr".
Mencionó que en una ocasión el caballo con el que iba a correr, se cayó encima de su cuerpo antes de salir de las compuertas, "parecía que me iba a matar, me dejó cuatro días todo adolorido; hace varios años, un jinete también se cayó y quedó paralítico".
En las carreras de caballos influyen muchos factores, el principal, dejando a un lado al caballo, es la condición de los jinetes o jockeys profesionales, pues de pesar más de lo debido y no tener atributos físicos que ayuden a que el caballo corra, podrían perder la carrera.
Juan Antonio Delgado, dijo que dejó de ser jockey porque comenzó a subir de peso y al tratar de mantenerse delgado, hizo varias dietas tan complicadas que padecía de migrañas y escalofríos "estuve muy mal, por eso dejé de montar, ahora los entreno".
Los caballos de carreras a pesar de ser animales domesticados su figura asemeja a la de vehículos con grandes velocidades, pero en contra parte tienen sentimientos, se enferman y requieren de varios cuidados, como si se tratará de verdaderos deportistas.
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