domingo, 11 de julio de 2010

En la cima de El Chico, Hidalgo

Domingo, 11 de Julio de 2010

Entre las piedras se escucha el sonar de una víbora de cascabel. Esa señal sirve para que nadie se salga del sendero y mejor vaya atento a las indicaciones del guía. Empieza la subida por los caminos agrestes del Parque Nacional El Chico, en Hidalgo.

Entre tropezones por lo disparejo del terreno se va escuchando al guía explicar lo más destacado en flora y fauna.

El oyamel es característico de la zona y se distingue de los demás porque la punta de sus ramas termina en forma de cruz; además su olor siempre está impregnado en el aire que sopla con fuerza sin importar la climatología. Los conejos, ardillas y tlacuaches ya están acostumbrados a los turistas por eso ni se espantan cuando escuchan sus pasos.

En 20 minutos se ha explorado a pie un poco del lugar. Ahora hay que colocarse el equipo para escalar: arneses, mosquetones, guantes y casco.

Sobre las rocas de casi 40 metros de altura ya están colgando las cuerdas de donde hay que sujetarse. Se empieza a escalar y todos los músculos del cuerpo entran en acción.

Los guías te van diciendo por dónde pisar y cuál es el mejor huequito entre la piedra para sujetarte, tomar impulso y así seguir avanzando. El primer bloque rocoso es de 30 metros. Cada quien marca el ritmo, según su condición física. El recorrido está diseñado para todas las edades.

Cuando se está en la cima se aprecia más el paisaje. En los días soleados y despejados se escucha a los pájaros cantar y si está nublado se ve bajar la neblina por todo el valle.

Esa misma roca hay que descenderla, a rappel. La actividad tiene una duración de tres horas.

Quién lleva:

Campamento Base. Tel. 01 (771) 7156 686

www.campamento-base.com

Precio: 400 pesos por persona

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